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Razones por las cuales te quedas dormido cuando el avión despega

¿Alguna vez te has preguntado por qué te quedas dormido cuando el avión despega? A muchos nos pasa que, cuando comienza un vuelo, comenzamos a tener una sensación de sueño, al punto que, en ciertos casos, somos incapaces de mantener los ojos abiertos.

No, no eres el único a quien esto le pasa. De hecho, es un asunto bastante común en muchos viajeros, incluso en los más experimentados. A mí este asunto me ha ocurrido con mucha frecuencia, con lo cual, me ha parecido muy interesante escribir sobre esto para responder: ¿Por qué nos da sueño mientras el avión despega?

Una vez que comprendas mejor las razones que te daré a continuación, también te explicaré porqué es recomendable no ceder ante el sueño y quedarnos despiertos durante el despegue y hasta que la aeronave alcance una altitud estable.

Para empezar, volar puede convertirte en una experiencia 100% estresante. El solo hecho de arribar al aeropuerto, a tiempo, pudiera ser una situación lo suficientemente complicada como para mantener la calma. Lo temprano del vuelo, la prisa por facturar la maleta, el pasar la seguridad del aeropuerto y control de accesos y, luego, encontrar la puerta de embarque a nuestro destino puede ser agotador, sin mencionar el estrés que puede significar empacar antes de todo esto.

En este sentido, no es nada extraño que estés extenuado cuando, por fin, te ubiques dentro del avión y ocupes tu asiento. En ese momento, ya tu cuerpo se relaja y colabora para que caigas rendido.

¿Pero qué es lo que ocurre cuando el avión despega?

Pese a que el avión va presurizado, la presión de la cabina es la principal causa por la cual puedes quedarte dormido cuando el avión despega. Para explicar esto, es preciso mencionar que la saturación arterial de oxígeno disminuye con la altitud y más cuando esto ocurre de manera casi violenta.

De hecho, cuando estamos a unos siete mil pies de altura, el cuerpo comienza a absorber menos oxígeno con cada inhalación y, como las líneas aéreas por lo general mantienen una presión de cabina que solo puede lograrse cuando logran los seis mil a ocho mil pies, entonces comenzamos a tener otro factor en contra.

Respirar menos oxígeno significa que nuestro cuerpo se “ralentizará”, por llamarlo de alguna manera. A medida que el cuerpo se desacelera automáticamente para compensar la falta de oxígeno, comenzarás a sentir sueño y, desde luego, más relajado.

Entonces, esta situación del entorno, más el “agite” que significó arribar al aeropuerto, ya te pone “contra las cuerdas”. Es un hecho que, en ese momento, nuestra respiración comienza a volverse más lenta y superficial, mientras nuestro organismo busca la forma de conservar todo el oxígeno posible.

Bajos niveles de humedad y aire seco en la cabina influyen en quedarnos dormido al despegar

Las condiciones de la cabina también tienen mucho que ver con el hecho de quedarnos dormidos cuando el avión despega. El aire de la cabina se vuelve muy seco y los niveles de humedad son bastante bajos. Estar en este tipo de ambiente puede hacerte sentir muy lento.

También puede ocurrir que tu garganta y tu nariz se secan exageradamente e, incluso, en este instante puedes sentir que has cogido un resfriado. Como todo sabemos, no existe mejor remedio para el agotamiento y el estrés que dejarnos dormir. Entonces, al sentirnos de esa manera, nuestro cuerpo buscará hacerlo automáticamente. 

A todo esto, le sumamos la aceleración del avión, que es capaz de hacer que nuestra mente crea que nos hemos acostado. A medida que el avión avanza a toda velocidad por la pista y comienza su ascenso, la fuerza de aceleración te empuja físicamente hacia el espaldar de tu asiento.

Esa es la fuerza que engaña a nuestro cerebro para que piense que estamos en posición horizontal y, desde luego, será cuestión de segundos para quedarnos dormidos por completo… o casi por completo.

Quedarte dormido cuando el avión despega también es culpa del entorno

Incluso, aquellos que odian volar, deben confesar que el ambiente relajado de un avión que está a punto de despegar es ideal para conciliar el sueño, en especial por lo tenue de las luces y la temperatura fresca que por lo general experimentamos.

A esto, debemos añadirle el ruido blanco que emite el avión. Este “sonido” hace que nuestro cerebro se centre en él mientras cerramos los ojos, descartando por completo cualquier ruido que haga el resto de los pasajeros o la tripulación.

Bloquear estos otros sonidos crea un ambiente ideal que nos invita a quedarnos dormidos cuando el avión despega.

¿Todo esto quiere decir que la culpa de quedarnos dormidos cuando el avión despega es culpa del cerebro? Así es. Y aún no he mencionado la vibración de los motores de la aeronave mientras se desplaza por el aire. Esa ligera vibración nos envía directamente “a la lona”.

¡Pero no es recomendable que te quedes dormido cuando el avión despega!

Independientemente de lo somnoliento que te sientas, o que nos podamos sentir, no es nada recomendable dormir durante el despegue de un avión… ni tampoco en el aterrizaje. ¿Por qué? Por lo que hemos mencionado de la respiración, que se hace lenta, con lo cual inhalamos menos oxígeno y los oídos comienzan a taponarse debido al vacío que se produce en las trompas de Eustaquio.

Claro, no podía dejar a los oídos por fuera de este artículo. Gracias a la presión de la cabina, sentimos la necesidad de hacer “estallar” los oídos durante el despegue, principalmente. Esto lo logramos, casi con seguridad, al bostezar, al masticar chicle o chupando “caramelos de cristal”, por ejemplo. También es posible liberar la presión al sonarnos la nariz.

Según MedlinePlus, que es una web sobre salud de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, al mantenerse “bloqueados” nuestros oídos, es posible que puedan generarse problemas de salud como mareos, infecciones, daños en el tímpano e, incluso, en el peor de los casos, hemorragias nasales y pérdida de audición.

Pero, más allá del método que elijamos, tenemos que asegurarnos de no exagerar, porque podemos causar daños graves en nuestros oídos.

Finalmente, una vez que haya hayamos liberado la presión, nuestros oídos “se destapen” de manera segura, el avión logre su altitud máxima, ya podemos sentirnos libres de relajarnos y dejarnos dormir… y ya que hemos tocado este punto, a continuación te comparto 10 consejos básicos para dormir mejor mientras viajas.

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